Dra. Miroslava Ramírez Sánchez
Cómo se propicia la violencia contra la mujer
Bien dice el dicho que entre broma y broma la verdad se asoma. En vísperas de celebrar el Día Internacional de la Lucha contra la Violencia en la Mujer me puse a pensar cuántas veces, sin darnos cuenta, nosotras podemos hacer o decir pequeñas bromas que fomentan la cosificación de las féminas y celebran el exceso de “masculinidad” provocando con ello la normalización del sexismo hostil incluso entre los más jóvenes y hasta en los niños.
A veces nosotras mismas perpetuamos la cultura del “macho” consumiendo revistas masculinas, ignorando o admirando –en vez de vivirlo como una agresión al género femenino dada la cosificación que implica- el desnudo de mujeres para vender alcohol o autos en espectaculares o reírse de chistes machistas por considerarlos graciosos o irónicos en vez de hostiles. En un estudio de la Universidad de Surray se demuestra que el contenido de revistas masculinas tiene similitud con el discurso de un violador convicto, esto se debe, entre otras razones, a la incidencia del humor machista.
Dentro de la violencia de género existe un aspecto que casi no es observado y que se refiere a lo simbólico, a lo que “no se ve”, pues implica una serie de significados impuestos como válidos que nadie reclama y que desafortunadamente la cultura patriarcal replica sin menoscabo. Ejemplos de esto son la discriminación y la representación de la mujer dentro de los medios de comunicación (presentadoras de noticias o de deportes en poca ropa) siendo una forma de violencia que, aunque no deja marcas visibles, se viraliza en la cultura popular y contribuye para que las mujeres y niñas acepten como normal el aparecer en portadas de vendimia o se hipersexualice la imagen de la mujer o madre o esposa como objeto sexual.
Otro ejemplo es el hecho de que en los medios se reproduzca la idea de la mujer como encargada del hogar y en la publicidad de productos domésticos sea siempre quien hace las tareas, lo que provoca fenómenos como la doble jornada de trabajo, consistente en que una mujer después de regresar de su empleo tiene que hacerse cargo de las labores domésticas mientras que los hombres pueden descansar.
Todos podemos contribuir a fomentar y promover el respeto a los derechos humanos de las mujeres. Como psicoterapeuta he acompañado a muchas mujeres que ignoraban las múltiples formas para salir de una relación de agresión por parte de sus hermanos, su papá o su pareja. Una de esas formas es dejar de soportar el maltrato para enfrentar y manejar su miedo al abandono, pues al no vencerlo muchas mujeres justifican los golpes, palabras hirientes, abuso sexual y manipulación por parte de los varones.
Estas son algunas frases que las mujeres suelen expresar e inducen al maltrato que viven por parte de sus agresores: “me critica todo el tiempo porque quiere que sea mejor”, “no es agresivo, solo que así es él”, “me prometió que iba a cambiar”, “elige a mis amistades porque se preocupa por mí”, “se enojó porque yo lo provoqué”, ”si lo dejo me mata”, ”dijo que esta era la última vez que me pegaba”, “no me deja salir porque me protege”, “dijo que nadie me quería más que él”, “no tengo amigos hombres para no provocarle celos”, “siempre tengo que estar dispuesta en la cama aunque no me sienta bien porque es mi deber”, “si me hubiera callado no me hubiera pegado”.
Contáctame: psicoga.miroslavaramirez@yahoo.com
Facebook: www.miroslavaramirez.com