La incertidumbre en tiempos electorales

Dra. Miroslava Ramírez Sánchez

Los mexicanos estamos pasando por una época de incertidumbre electoral, el destino de nuestro país cambiará de dirección en unos días. Muchos pueden estar siendo acarreados por el frenesí de saberse victoriosos, otros tantos defensivos ante el mínimo comentario adverso respecto a su partido y algunos más deseando ser asertivos informándose y haciendo análisis más globales que les ayuden a tomar tan importante decisión.

Sin embargo, no existen garantías que pudieran ahuyentar la sensación de inseguridad de cómo llevará el nuevo presidente las riendas de nuestra vida nacional. Todos en algún momento hemos estado ahí, en una situación sobre la cual no tenemos ningún control. Veo a la gente en los espacios académicos y públicos un tanto ansiosos, enojados, frustrados, con una evidente experiencia de miedo. El tratar de llegar a una elección perfecta es un ideal que arruina nuestro estado de ánimo, a pesar de que nos informamos o consultamos diferentes perspectivas no sabemos lo que va a ocurrir, no hay nada que realmente podamos hacer más allá.

Cuando hay una situación que no podemos cambiar, en realidad (aunque no lo creas) ya tenemos una solución y es cambiar nosotros mismos. Esto responderá la pregunta con la que inicié este artículo ¿qué podemos hacer, cuando no hay nada que hacer?

Reducir nuestros niveles de estrés es necesario y garantiza más años sin problemas de salud. Por lo tanto es básico reconocer y aceptar que no podemos controlar o cambiar la situación. Cuando nos negamos a aceptar que “no tenemos el control” de lo que ocurre, en cambio al dar paso a lo ocurrido y colocarlo en la “caja” de los hechos logramos recuperar el control sobre nosotros mismos, sí, ese que perdemos cuando insistimos en tomar las riendas de todo y de todos.

Detente un momento ahora mientras lees este artículo y respira profundo. Observa las sensaciones en el cuerpo y respira nuevamente. ¿Qué parte de tu cuerpo necesita atención en este momento, cuál es la más tensa? Respirar correctamente es un trasporte fabuloso hacia el autocontrol de la desesperación y promueve el equilibrio de nuestras ideas. Y lo más increíble es que al recuperar el autocontrol de la respuesta física, es decir, al lograr que tu ritmo cardiaco se sintonice con tu respiración, tus emociones se equilibrarán y por ende estarás en un mejor momento para la toma de decisiones. 

La capacidad para sonreír y sus beneficios es un tema que puede sonar bobo, dentro de esa “simpleza”  hay otro recurso para lidiar con la incertidumbre y la angustia, pues justo al sonreír se libera la tensión en los músculos de la cara principalmente estimulando a la mente para recordarle al cuerpo de tiempos más felices y propiciando recuerdos más agradables haciendo algo hermoso de nuestro presente a partir de experiencias optimistas de pasado. Distraerse es una opción impostergable en tiempos de ansiedad y esto no implica salir del país y gastar cantidades de dinero, puedes lograr que tu mente se distraiga limpiando tus cajones, arreglando tu escritorio, lavando el auto, ver tu serie favorita con palomitas aliviando así tu tensión y preparándote para continuar. Como ves, debemos encargarnos de ocuparnos en vez de preocuparnos, visualizar el futuro de nuestro país de manera segura, colocándote en un papel preponderante y participativo de mejora, con el tiempo lograrás la sensación de calma y de paz con solo pensar en tu lugar especial que sí existe y está dentro de ti. Una última pregunta. ¿Cómo te sientes ahora después de leer estas líneas? ¿Cómo se siente tu ritmo cardiaco? ¿Se te antoja hacer una nueva y profunda respiración? Gracias por tu compañía,  hasta la próxima.

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