Dra. Miroslava Ramírez Sánchez
¿Cuál ha sido tu mejor época sexual? ¿En qué edad has tenido el mejor sexo? Existe el mito de que entrar en la “cuarentena” es sinónimo de pérdida, de ir para abajo, pero múltiples estudios demuestran lo contrario, que es la edad ideal para experimentar una sexualidad mucho más libre y creativa y mucho más abierta a las fantasías.
Los que se estrenan no entran en esta descripción, en una pareja nueva que no se ha desgastado, evidentemente la relación es fresca y resplandeciente y se expresan sexualmente muy bien. Pero qué hay de aquellas relaciones donde la sexualidad ha mermado por la habituación, por los problemas irresolutos o porque es una familia creciente donde tienen que dividir su tiempo entre ser padres y ser esposos. El sexo empieza a tener tropezones a los 7 u 8 años de matrimonio cuando no se tiene una cultura del mantenimiento de una relación, pero alcanza su máximo de picada entre los 15 y 20.
Algunas estadísticas hablan de que, de cada 10 parejas, 2 no tienen su relación desgastada, esto se debe a que han ido trabajándola, ha ido creciendo su vínculo amoroso y esto al expresarse por la vía del sexo hace que éste sea muy bueno. La calidad del sexo en las parejas que evolucionan va subiendo hasta llegar a algo sublime, hay creatividad, hay comunicación, el otro es una prioridad, se llegan a conocer mejor hasta llegar a los multiorgasmos, donde ambos controlan bien su clímax hasta alcanzar juntos (aunque no siempre al mismo ritmo) un estallido de amor indescriptible que llega a sintonizarlos como pareja.
Para poner de su parte, no se trata de una cooperación cumplidora, si la base del sexo es física y emocional, la pareja funciona bien. Amar con satisfacción a la misma pareja a lo largo de una relación larga no es una utopía, para aquellos a quienes la palabra suene abrumadora he de decirles que su connotación no es osada en lo absoluto, pues significa tomar con las manos fuertemente. La etapa de estabilización o de habituación en la sexualidad de una pareja declinante no ayuda en nada, la pareja está en una etapa de la estabilización al que se le podría llamar también me importas menos, ya no eres el centro de mi vida, ya no te correteo con cosas románticas que, como se dice, “de coger, ni hablamos”
Cuando la pareja entra en una monotonía suelen estar juntos por estar, “por forma” en esas situaciones surge la perimenopausia o andropausia. La sexualidad siempre se puede renovar. Aunque el factor novedad ya no esté, se puede mejorar.
La pareja exitosa se dedica a destapar lo que ya tiene el otro, como en el león del Mago de Oz que el león ya era valiente, pero no sabía que lo era. En la pareja tú crees que tienes abc carencias y el otro no se dedica a proporcionártelas sino a enseñarte que eres eso viéndote completa, amándote realmente entonces.
El sexo se usa como expresión del amor que se tienen. De quién se trata el otro, cuáles son sus carencias sin pretender satisfacerlas. Valorar todos estos aspectos e implementarlos a manera de una profunda psicohigiene del sexo es ideal, pues la mente juega un importante papel a la hora de vivir con plenitud tu sexualidad y, por ello, es imprescindible superar los prejuicios construidos en torno al reenamoramiento con la misma pareja. Al llegar a los 40 puedes experimentar un renacer sexual o por el contrario un declive, si su bagaje de pensamientos están torcidos. Esta puede ser una fase única sin comparaciones con las otras etapas si consideras que has superado el tiempo de educar a los niños y te vuelves a interesar en tu pareja y le vuelves a invertir tiempo, atención y creatividad al vínculo. Más aún, no debes olvidar que hoy, en tu “cuarto piso” cuentas con una mayor experiencia y la estabilidad emocional para conseguir lo que te propongas, siempre y cuando realmente te lo presentes como una meta a seguir, como un nuevo proyecto que deseas lograr.